miércoles, 12 de marzo de 2014

El nuevo mundo

Todo empieza un día. Te miras al espejo y te ves difuso. Entonces te planteas conocer algo más del mundo. Con muchas dudas, con certezas, con mucho o poco dinero, con o sin compañía. Quieres comenzar a vivir experiencias jámas vividas. Poder comprobar de que materiales está hecho. Conocer las personas que viven en él y todo lo que está relacionado con su tierra.
 Te plantas ante un mapa que has comprado en alguna librería lo despliegas y comienzas a unir diferentes puntos que son ciudades. Esto quiero visitar y aquello, eso otro no puede faltar. Pasadas unas cuantas horas, tienes una línea alrededor del mundo con ciertos puntos difusos como te viste ante el espejo. Reservas un avión y esperas a que llegue el día. En los meses de espera, piensas en todo lo necesario, dinero, botiquin, ropa de verano o invierno etc.etc....
Lllega el día. Con la maleta hecha desde hace tiempo. Te levantas nervioso, habiendo dormido poco la noche anterior. Te miras al mismo espejo y lo comienzas a ver todo claro. Te vas a vivir nuevas experiencias, al fin ha llegado el momento, sales de casa con tu mapa que te ha costado cinco euros en la mano y otros tantos en la maleta. Caminas rápido, coge el tren, te ves protagonista de tu vida, llegas al aeropuerto, subes al avión. Y al despegar, piensas ¿ qué estoy haciendo ? ¿ hacia dónde me dirijo ? ¿ qué me espera ahí fuera ?. Y te das cuenta de que todo lo aprendido hasta el momento no sirve de nada. Toda la planificación se ha vuelto inestable en un segundo. Solo te tiene a ti mismo. Y ese pensamiento te llena de misticismo y te ves pensativo, miras al frente en pleno vuelo y continúas leyendo el libro que llevas apoyado sobre tus rodillas. Y soñar es gratis, imaginar también y sigues mirándote al espejo, y ya no te ves tan difuso, incluso se dibuja una leve sonrisa sobre el cristal. Y te dices.... lo haré algún día.

lunes, 3 de marzo de 2014

Recuerdos

Corrían los años setenta, había pasado el triunfo de Massiel en el Festival de Eurovisión, el hombre empezaba a conquistar el espacio y los Kennedy ocupaban interminables portadas de periódicos y revistas de medio mundo, y así, casi anejados, encendiendo y apagando los pocos televisores en blanco y negro que compartíamos algunos vecinos, niños generalmente tumbados debajo de la mesa del comedor por falta de espacio. Mi primera televisión una Vanguard, mi padre inmigrante en Suiza nos envió el dinero, trabajó en las carreteras cayéndole nieve en la chepa para que nosotros pudiésemos tener una vida digna, disfrutar de una televisión y no tener que ir a casa de los vecinos entre muchas otras necesidades que teníamos en aquella época. Nos arrebujábamos en el silencio de la noche y soñábamos con un futuro muy prometedor. Y lentamente, comenzaron a cambiar las calles de nuestra ciudad, nuestros barrios paso de la piedra y el barro, a los ladrillos, al cemento y al asfalto. Hoy hay demasiado de todo, inclusive los autobuses urbanos cada treinta minutos, chofer y cobrador en la línea de transporte de Olivero en los años setenta y tanto, realizaban la mitad de recorrido y tú  hacías el resto a pie para llegar a casa; actualmente cada quince minutos con el Ayuntamiento tenemos el autobús en la parada y nos deja casi o dentro de la urbanización y inclusive en el interior del domicilio, eso sí, el cobrador paso a la historia.
Las primeras farolas y algún que otro semáforo empezaron a formar junto con cajas de ahorros, bancos y parques parte del decorado de mi barrio, hoy en cambio, seguimos con lo anteriormente mencionado multiplicado por unos cientos de veces mejorado, piscinas cubiertas, gimnasios, parques infantiles, parques para soltar al perrito y un sin fin de comodidades, pero con el único " pero " que no sabemos vivir la vida, ni valorar las cosas, hemos creado entre tod@s una sociedad robotizada, con falta de sensibilidad hacia la familia, el vecino o el que duerme debajo de un montón de cartones cada noche.
Por último, la escuela, que albergaba dentro de sus paredes muchos recuerdos, y sueños que cada día salían de los pupitres dibujaban esperanzas en desconchadas pizarras. Profesores que de algún modo se interesaban por enseñarnos matemáticas, lengua e historia, pero sobre todo educación, cada día nos facilitaban la llave para abrir la puerta de la vida, hoy inclusive esto ha cambiado.

martes, 28 de enero de 2014

Un caballo silencioso y veloz

Las facturas de la luz o el agua, este último con el tarifazo del gobierno del PP en la alcaldía de Málaga, nuestro Alcalde Francisco de la Torre se ducha con 11,5 litros de agua según ha comentado en una radio local, un hombre que mide 1,80 cm de estatura ¿ hoy es 28 de diciembre, día de los santos inocentes ?, suena a chiste de mal gusto. Las facturas empiezan a parecerse en muchas miles de casas malagueñas y andaluzas en un nota mortuoria; miles y miles de recibos que se quedan sin pagar, familias en el borde de la pobreza que deben elegir entre cuestiones básicas para poder sobrevivir. Una plaga bíblica o una maldición perversa va poniendo sus huevos por todo los rincones y se multiplica cada noche, sin remedio. La pobreza es un caballo silencioso y veloz. Destruye la relación entre las personas, los siega por dentro y por fuera y siembra a su alrededor desgracias  igualadoras. Afectos que se pudren, gente señalada socialmente que se refugia en su propio infortunio, los seres queridos convertidos en espectadores de una destrucción lenta y profunda. Andalucía ha alcanzado el triste honor de estar a la cabeza de la miseria nacional. Tres millones de andaluces se encuentran en el umbral de la pobreza.
Somos la región donde más sueños se han descompuesto en los últimos años. Vamos ya para un lustro de crisis y quienes con puestos de responsabilidad no ven la verdadera realidad, como si fuesen herederos de aquel nefasto y esperpéntico escepticimos de Zapatero, que se negaba a ver la realidad de la crisis que arrasaba la economía del país. Siguen vendiendo humo y siguen viendo fantasmas donde solo una realidad empecinada y desoladora "la pobreza". El paro en Andalucía  afecta a más de la tercera parte de la población. Más del cuarenta por ciento no recibe ninguna ayuda. Casi todo el mundo piensa que toda las desgracias de los andaluces viene de Madrid, no solamente vienen de allí, sino de treinta años de régimen y de desgobierno autonómico.
Hace seis o siete años andábamos de progreso en progreso, caminábamos sobre el humo de una chimenea tóxica. Decían que ya éramos el país que superaba a Francia, Inglaterra, Alemania etc.etc...Íbamos a coronar la cabeza del progreso. Cerraron el gas de esa chimenea tóxica y vamos en caída libre los de siempre la clase trabajadora, todos caminos del infierno.
Sabíamos que éramos trapecistas funambulistas y que cuando Alemania y los fondos europeos no los quitarán caeríamos, pero nadie nos había dicho que trabajamos sin red.
Pátetico gigante con pies de barro. Un gigante de pacotilla, invitado a una fiesta y que posteriormente queda arrumbado en el fondo de un baúl, hasta la próxima fiesta o hasta nunca. La gran clase media está en peligro de extinción. Y si la rueda sigue corriendo un poco más, la mitad de los andaluces estará al borde de caer en la exclusión social. Aquí tenemos experiencia, sabemos lo que costó conseguir derechos básicos, o que entonces nos parecían básicos y que estamos perdiendo. Los recortes del PP,  con otros grandes ajustes o mejor dicho atraco por parte del gobierno autonómico PSOE-IU y las subidas sangrantes del Ayuntamiento de Málaga PP en servicios básicos, nos están dejando cada día más cerca de la pobreza en general. Abrimos los ojos, despertamos del espejismo que vivimos desde el año 1998 al 2007 y nos damos cuenta que aquí lo únicos que están mejor son los grandes empresarios, la Casa Real, los políticos de todo signo y color y la gente de a pie en lo único que ha mejorado y se ha modernizado ha sido en la pobreza.

jueves, 16 de enero de 2014

El pijo y el lagarto

Para mi desgracia, soy o podría ser uno de esos 6.000.000 millones de parados que hay en nuestro país. Esa miserable cifra, que nos acredita como el más pujante de la sociedad española, hace algunos meses que conseguimos ese triste récord, ya formo parte de ese club desde hace un par de años. Y lo que me queda. Pero desde hace unos días, tengo una pizca de esperanza.
Por más que me empeñaba, no veía la luz al final del túnel. Sin embargo, he aquí que alguien ha venido a iluminarme: nuestra salvación, la mía y la de los incontables parias que como yo hemos quedado en la cuneta de esta autopista por la que antes circulábamos despreocupados, se halla en la capacidad de los pijos para mantener su nivel de vida y de consumo.
Desde que poseo esta información, estoy mucho más optimista. He pasado a desentenderme del crecimiento o decrecimiento del PIB, la prima de riesgo, los datos de la EPA o el déficit público. De todas esas calamidades saldremos, siempre y cuando los pijos, esa minoría benemérita y providencial de la sociedad, sigan necesitando darse toda clase de caprichos, que son los que a los que no somos pijos nos aportarán un  empleo y un sueldo que nos permita comernos unos a los otros dignamente ( esto es, sin acudir a mendigar a los comedores sociales). Y si somos lo bastante diligentes y solícitos a la hora de propiciar que los pijos colmen debidamente sus antojos, incluso es posible que se nos conceda el lujo de comer de vez en cuando algún filete de ternera y todo.
Aunque con el paso del tiempo me doy cuenta que llegamos a la tierra prometida, la empresa que puede procurarnos el pleno empleo, la felicidad y la satisfacción de nuestras modestas necesidades, es que toda la sociedad se juramente para que los pijos accedan en las condiciones las ventajosas y atractivas para ellos, a todo aquello que su pijerío les demanda que posean, hagan o disfruten, por poner un ejemplo: programa de la sexta " ¿ Quién vive ahí ? pijerío repulsivo en estado puro.
Bienaventurados los pijos, porque de ellos es el reino del terreno y ya mismo del cielo. Y bienaventurados quienes les sirven, porque ellos se comerán las suculentas migajas que caigan al sacudir los manteles de la cocina.
Conforme pienso esto  y me ilusiono porque los pijos mueven el mundo, y si hallamos la formula de agradarlos no dejarán de correspondernos en nuestro provecho, de pronto, me asalta en mi mente una duda. ¿ Qué fue antes, el huevo o la gallina ? Es decir: ¿ qué vino antes, la pobreza que nos obliga a mal vendernos para poder producir al más bajo precio posible los bienes de servicios, que tras la crisis, sólo los pijos pueden comprar, o el deseo de los pijos de adquirir por un precio más bajo todo aquello que desean y antes de la catástrofe no les servíamos en las condiciones en que ellos hubieran deseado ser servidos.
Mi incertidumbre no me aparta del recto camino. Sea una cosa o la otra, la ruta me ha sido señalada y me atendré a ese conocimiento. Quiero especializarme en producir algo que guste y apetezca sobre todo a los pijos, que son quienes pueden salvarme de los comedores sociales donde cada mendigo ha de disputarle el mendrugo de pan al otro.
No aspiro ni quiero ser pijo, aunque tentaciones todo el mundo tiene. Pijos si leéis esto, ya seáis lo que seáis, políticos, bienaventurados de la suerte, piojos resucitados a costa del esfuerzo ajeno "no sirvas al que ha servido" dice un refrán y esos que le bajan el sueldo al empleado cien euros para gastárselo en dos copas con los amiguetes  u otras especies parecidas. Os pregunto ¿qué queréis, qué necesitáis?. Pondré todo mi empeño en proporcionároslo. Por mi propio bien y del resto de los parados.
Y ahora me hago varias preguntas en mi foro interno:
¿ Y el lagarto ha quedado en libertad, han desahuciado al lagarto de la camisa del pijo, notan la crisis?

viernes, 3 de enero de 2014

El veiiiiiinte por ciento

Cada 22 de diciembre y 6 de enero, los españoles nos gastamos unos cuantos euros para probar suerte y que el año nuevo sea un poco más llevadero, normalmente terminamos con la dichosa frase hecha de: " ya que no me ha tocado por lo menos tengo salud". Cuando observas esa infinidad de bolas dando vueltas y comienzan a salir estas, percibes que las posibilidades de obtener premio son prácticamente inexistente, solamente un 5% incluyendo el reintegro; el locutor de la radio dice: el premio está muy repartido y más repartido que esta desde las pasadas navidades. Salga el número que salga, ya sabemos quién va a coger un buen pellizco: Hacienda. Si usted juega un billete del gordo, Hacienda sin haber comprado una sola participación, se lleva por la cara el 20% , que se dice pronto. Me he referido al gordo, pero Hacienda, menos de la pedrea, coge un buen pellizco de todo los premios, en virtud de ese tanto por ciento que anunciaron en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado año donde, la verdad, parece que la Vicepresidente Sáenz de Santamaría, De Guindos y el vampiro Montoro era la mesa que preside el sorteo de la lotería de navidad o del niño, donde se acercan los dos niños de San Idelfonso que ha cantado la suerte de los premios importantes para enseñar sus bolas y demostrar que no hay trampa.
En esa como mesa del sorteo de navidad Soraya, Guindos y Montorito anunciaron el pasado año las diferentes reformas en todo los ámbitos que iba a realizar el Gobierno, pues ya es hora que ejecute una importante reforma: el tercer niño de San Idelfonso. Hasta ahora, un niño tomaba y cantaba el número que salía del bombo y otro añadía con su musiquilla la cuantía que habían extraído del bombo del los premios. Si no queremos que el sorteo de navidad sea un engaño, una estafa, donde se canten importes de premios que no son verdad, tendrá que haber un tercer niño de San Idelfonso. Todo tendría que realizarse de esta forma: Por ejemplo sale el número 15325, si se quiere cantar la verdad, la letra y música sería:
Primer niño: "quince mil trescientos veinticinco"
Segundo niño: " Cuatrocientos mil euros"
Entonces sale el tercer niño de la mesa , con el trabuco de Curro Jiménez del fisco, y dice en nombre del Gobierno:
Tercer niño: ¡ Menos el 20 por ciento !
Para llevar mejor el control de la cuestión yo pondría que este tercer niño de San Idelfonso, el que nos roba y se lleva la tela para las arcas de Hacienda, sea directamente Cristóbal Montoro. Tiene buen pinta para pasar por un simpático chavalín. Calvete y un pelín viejorro, pero niño aplicadísimo que le ha hecho divinamente los deberes al maestro Rajoy, así con las orejas a lo gremlins. Me imagino a Montoro cuando sale el primer premio de la lotería, los dos niños cuando sacan el premio, locos de alegría, acercándose a la mesa para enseñar las bolas del premio y cantando: " cuatro millones de euros". Y Montorito, jodiendonos la fiesta de alegría en la casa del pobre, que sale con su cara de Chucky o de dar el pésame en una misa de difunto y se pone a cantar como un loco: ¡ Menos el veeeeeeeeinte por ciento, menos el veeeeeeeecinte por ciento..........! Vaya gentuza......de políticos que padecemos.