lunes, 26 de octubre de 2015

Paseando por el tiempo.-

Las grandes decepciones nos hacen refugiarnos en las cosas pequeñas. Eso es lo que me está pasando a mí. Vuelvo a escuchar las canciones que me gustaban en mi adolescencia, leo viejos libros, me pregunto qué será de aquella chica con la que me crucé una noche, sueño con barrios que ya no existen, con amigos que he perdido para siempre.
Me había hecho la ilusión de que mi vida sería mejor al conquistar ciertas metas, al lograr cierto grado de bienestar, pero ahora siento una añoranza irresistible por el pasado, cuando no poseía nada pero tenía todo el tiempo por delante.
Una de mis distracciones favoritas era observar a las personas y las cosas. Cuando era niño, me pasaba horas mirando el mar y la luna, que ejercía sobre mí una atracción hipnótica. Y ahora disfruto de los atardeceres rojos y grises del otoño.
No creo que lo que da sentido a nuestra existencia sea lograr un alto nivel de vida material, lo verdaderamente esencial es comprender. Y ello es extremadamente doloroso porque, en última instancia, comprender es darse cuenta de la fragilidad de todo lo que nos rodea.
Cuando uno se acerca a los 50 años, empieza a tomar conciencia del carácter perecedero de lo que realmente importa, de las personas que jamás volveremos a ver, de los viajes que  no haremos, de los sentimientos que no podremos recobrar. Entramos en ese estado de pause.
Recuerdo con extraordinario nitidez, como si hubiera sucedido ayer, cosas que me pasaron hace más de 30 años. Y asocio esa impresión de perdida a lo que debe experimentar una persona que le han apuntado una pierna y todavía la sigue sintiendo.
Me gusta retornar a los sitios que forman parte de mi historia. Pero ello siempre me produce un poco de tristeza porque nunca están como yo un día lo deje. Todo fluye, todo cambia menos nosotros, que somos arrastrado por el paso de un tiempo que nos destruye. Esa conciencia de la fragilidad hace más precioso cada instante de mi vida, porque en él se condensa la eternidad.
" Es inútil mirar detrás de tí porque el futuro y el pasado se confunden como el día sucede a la noche".-