Somos la región donde más sueños se han descompuesto en los últimos años. Vamos ya para un lustro de crisis y quienes con puestos de responsabilidad no ven la verdadera realidad, como si fuesen herederos de aquel nefasto y esperpéntico escepticimos de Zapatero, que se negaba a ver la realidad de la crisis que arrasaba la economía del país. Siguen vendiendo humo y siguen viendo fantasmas donde solo una realidad empecinada y desoladora "la pobreza". El paro en Andalucía afecta a más de la tercera parte de la población. Más del cuarenta por ciento no recibe ninguna ayuda. Casi todo el mundo piensa que toda las desgracias de los andaluces viene de Madrid, no solamente vienen de allí, sino de treinta años de régimen y de desgobierno autonómico.
Hace seis o siete años andábamos de progreso en progreso, caminábamos sobre el humo de una chimenea tóxica. Decían que ya éramos el país que superaba a Francia, Inglaterra, Alemania etc.etc...Íbamos a coronar la cabeza del progreso. Cerraron el gas de esa chimenea tóxica y vamos en caída libre los de siempre la clase trabajadora, todos caminos del infierno.
Sabíamos que éramos trapecistas funambulistas y que cuando Alemania y los fondos europeos no los quitarán caeríamos, pero nadie nos había dicho que trabajamos sin red.
Pátetico gigante con pies de barro. Un gigante de pacotilla, invitado a una fiesta y que posteriormente queda arrumbado en el fondo de un baúl, hasta la próxima fiesta o hasta nunca. La gran clase media está en peligro de extinción. Y si la rueda sigue corriendo un poco más, la mitad de los andaluces estará al borde de caer en la exclusión social. Aquí tenemos experiencia, sabemos lo que costó conseguir derechos básicos, o que entonces nos parecían básicos y que estamos perdiendo. Los recortes del PP, con otros grandes ajustes o mejor dicho atraco por parte del gobierno autonómico PSOE-IU y las subidas sangrantes del Ayuntamiento de Málaga PP en servicios básicos, nos están dejando cada día más cerca de la pobreza en general. Abrimos los ojos, despertamos del espejismo que vivimos desde el año 1998 al 2007 y nos damos cuenta que aquí lo únicos que están mejor son los grandes empresarios, la Casa Real, los políticos de todo signo y color y la gente de a pie en lo único que ha mejorado y se ha modernizado ha sido en la pobreza.