lunes, 22 de julio de 2013

¡ El tallador de sentimientos !

Cuenta la historia que existía una persona que era expert@ en tallar figuras de piedra. Cogía trozos sin forma alguna, en bruto y sin pulir; y , poco a poco, con un cincel las iba tallando hasta obtener la forma deseada.
Como el material que utilizaba eran las piedras, a veces, si se pasaba de fuerza o tenía poco cuidado las rompía, otras veces, ellas solas se resquebrajaban, cuando se saturaba y se cansaba las dejaba sin terminar, pero cuando una figura se le metía en la cabeza no podía parar, tallaba y tallaba, pulía y lijaba, hasta darle la forma deseada y quedara a la idea de lo que él quería.
Después, esta persona las metía en una cajita especial y al día siguiente siguiente cobraban vida. Si había hecho un árbol, éste pasaba de estar rígido, frío y gris a ponerse verde y bonito. Si hacía un pez, de aquella figura salía un bonito ejemplar que llevaba al río para dejarlo en libertad.
Una vez quiso hacer una persona, se sentía sol@ porque siempre había estado sol@, nunca le había hecho falta nadie a su lado. Su vida la dedicó a sus piedras y no tenía tiempo de conocer a l@s del mundo real. Trabajó duro durante muchos días, ilusionado, pensaba cómo debía ser cada punto del cuerpo; era muy perfeccionista y muy preciso, así que siguió tallando y tallando hasta obtener el objeto deseado.
 La noche en que metió la figura de piedra en la caja se encontraba muy nervioso, porque al día siguiente conocería la persona que él había creado, tal y como llevaba tiempo planificando. Apenas durmió, y en cuanto los primeros rayos solares se dejaron ver, fue corriendo a conocer a su futura pareja. Sería tan guap@ como había imaginado, tan bell@ y con el rostro tan perfecto como él había querido; dócil, buena persona, amable, servicial, una persona perfecta que le cuidaría todos los días de su vida.
Cuando llegó la caja estaba abierta, la persona no estaba y en ella encontró una nota que decía: "Tú me has creado a tu imagen, tal y como me soñaste: rasgos cálidos, nariz bonita, ojos verdes y un cuerpo muy bonito. Pero se te olvidó que los sentimientos y los pensamientos no se pueden tallar, por tanto, tú me has dado la vida pero yo elijo como vivirla, porque la libertad está en poder elegir y no en obedecer las ideas de nadie, por mucho que le debas incluso la propia vida.
Esta persona sintió una pena muy grande, pero entendió que el pensamiento no se puede moldear como hacía con el árbol. El sentir de cada un@ nace desde dentro, la inteligencia, los sentimientos y el alma no se pueden lijar ni cincelar.
¡ La vida misma !

1 comentario:

  1. Hola Antonio. El código CSS de los comentarios lo puedes quitar sin problemas si no te gusta. Si en la caja de CSS tienes otros códigos, lo único que has de tener en cuenta es que se queden tal y como están :)

    Saludos.

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