¡ Ancianos de cristal !

Cualquier persona con una pizca de sensibilidad, se le humedeceria los ojos solamente ver las condiciones de algunos hospitales público, sobre todo las áreas de urgencias. Los pacientes se amontonan en sillas unos al lado de los otros, con el consiguiente peligro que conlleva tener a alguien con no se qué, enfermedad  a pocos centímetros de ti, es decir, como las colillas de los tristes cigarrillos que se acumulan a la entrada de estos apartahospitales. Donde se pueden contemplar personajes con almas de hielo , mas bien de la Antártida, que de un país como España, otras en cambio son personas de mantequilla o algodones de azúcar, preocupados por sus pacientes.
Un apartahotel, donde se cruzan las camas según la necesidad, por los cierre de algunas plantas, falta de personal y escasez de presupuesto, es decir como en tu pisito de Torrevieja o el apartamento de la abuela en la Manga del Mar Menor, donde " Bienvenido Mr. Marshall", todo el mundo es bien recibido, los hijos, los consuegros, los primos e inclusive la familia del cuarto que este año se iba a quedar sin vacaciones, por supuesto todos estos al colchón de la terraza, la cocina, el lavadero e inclusive al pasillo de la puerta principal, al lado de la mascota de turno, acostados en cualquier colchoneta del todo a cien.
Pero bueno hace unos días una encuesta realizada por no se quién, eso sí pagada con nuestros impuestos por la Junta de Andalucia. Los ciudadanos valoraban la sanidad pública con: "Sobresaliente". Infinidad de ciudadanos le gustaría saber en que lugar han confeccionado esta encuesta para no ir por allí, es de risa, por no llorar.
En estos últimos días de agosto por causas del destino, personas allegadas a mí, han tenido que acudir a estos servicios de urgencias, son patético, desorganizados, un estilo " el hotel de los líos" de los hermanos Marx. Con una parte del personal excelentemente bien cualificado e interesado por sus pacientes, otros en cambio son un grupo de niñatos-as, que aparte de la titulación universitaria, el fonendo colgado al cuello, solamente se interesan en efectuar paseos más de pasarela de moda, que de un profesional sanitario, señoritos progres dueños de las vidas ajenas, ¡prepotencia en estado puro!.
¡ Porque esas personas mayores!, mil y una pastillas de colores . Simplemente por la perdida de facultades, la vulnerarabilidad de la gran mayoría y la indefensión patente por la edad avanzada que tienen ¿ no se merecen tener un trato digno ?, porque si a ellos no les importas su destino, para mi, son las personas más importante de la vida y procurare tenerlos el mayor tiempo a mi lado, fuera de una urna o de algún rinconcito del cementerio, tapados con una fría lapida.
Pues desde mi blog, solamente quiero reclamar un "No" recorte a la sanidad, un mayor control sobre los funcionarios de la sanidad, menos cooperativismo en este colectivo y aquel que no tenga vocación ¡a la calle!, que seguro que hay un ciento de personas que quisieran ocupar sus puestos con igual o más cualificación y profesionalidad que algunos-as.
Aunque hay que valorar de "matricula de honor", aquellos médicos, sobre todo los de "familia", que con pocos medios y tiempo. Hacen una labor de escuchar al paciente, se interesa por las patologías de estos y no se deja llevar por las infinidades ordenes de recortes que tiene impuesta por parte de sus jefes directos. ¡chapó por ellos-as!, aunque ya sabes el genérico en la farmacia es la cruz del día a día.
Sanidad: caballo pura sangre, yegua, mulo, burro, poni o caballito de feria. Diferentes categorías según poder adquisitivo ayer, hoy y mañana.-